Ficha

Tres científicos españoles

Reportaje sobre Severo Ochoa, Gregorio Marañón y Jiménez Díaz, tres grandes personalidades dentro del mundo de la medicina. Publicado en el periódico Q. P. en junio de 1967.
Autoría
Gómez-Santos, Marino, 1930-2020
Tipo
Artículo de prensa
Extensión
1 página
Idioma
Español
Cobertura
Madrid, junio de 1967
Identificador
Volumen Marino Gómez-Santos/1966-68
Derechos
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Fuente
Fondo Documental Marino Gómez-Santos
editor
Biblioteca Fuenlabrada. URJC
Fecha
24/4/2025
Observaciones
Severo Ochoa de Albornoz (1905-1993). Médico, bioquímico y biólogo molecular. Estudió bachillerato en Málaga y medicina en Madrid, aunque con vocación eminentemente investigadora. Tuvo como profesor a Juan Negrín, que le ofreció iniciarse en la investigación en el laboratorio que dirigía en la Junta para Ampliación de Estudios de la Residencia de Estudiantes de Madrid. Después de licenciarse, fue becado para estudiar en Berlín y, más tarde, en Roma. En 1935 asumió la dirección de la Sección de Fisiología que le ofreció el doctor Jiménez Díaz, fundador del Instituto de Investigaciones Clínicas y Médicas en la Ciudad Universitaria de Madrid. Con el estallido de la Guerra Civil, abandonó España e investigó en Alemania y Gran Bretaña. La 2ª Guerra Mundial le llevó a trasladarse a EEUU, donde desarrollaría su carrera hasta que regresó definitivamente a España, en 1985. En 1985 el Doctor Ochoa, junto a su compañero, Arthur Kornberg, fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina por sus descubrimientos sobre el mecanismo de la síntesis biológica del ácido ribonucleico (ARN) y el ácido desorribonucléico (ADN). Asimismo, fue nombrado Doctor Honoris Causa por una treintena de universidades y fue miembro de numerosas Academias entre ellas la Academia Nacional de los Estados Unidos.

Gregorio Marañón y Posadillo (1887-1960), médico, historiador, escritor y político español. Inició sus estudios de medicina en 1902 y, antes de finalizarlos, comenzó a publicar artículos científicos. En 1911, elaboró su tesis doctoral, “La sangre en los estados tiroideos”, por la cual obtuvo el Premio Extraordinario de doctorado. Su interés se centró en las enfermedades infecciosas y en endocrinología. A partir de 1917 comenzó a escribir sobre cuestiones sociales y políticas y en 1922 ingresó en la Real Academia de Medicina. Tuvo un papel destacado en la política republicana. Cuando se produjo el levantamiento militar, inicialmente apoyó al bando republicano, pero las presiones que sufrió le distanciaron del mismo. En diciembre de 1936 se fue a París y desde allí apoyó al bando nacional. Volvió de su exilio en 1942 y desde el primer momento Marañón defendió el liberalismo y encabezó los primeros manifiestos de denuncia del régimen franquista desde el interior y por la vuelta de los exiliados a España. En 1944, se reincorporó al puesto de médico de la Beneficencia Provincial de Madrid y, dos años más tarde, en 1946, retomó su cátedra de Endocrinología. Desde entonces hasta su fallecimiento, estuvo investigando sobre su especialidad.

Carlos Jiménez Díaz (1898-1967). Provenía de una familia sin ningún tipo de antecedentes universitarios. Decidió ser médico por la atracción que ejerció sobre él la figura de Ramón y Cajal. En 1923 ganó la oposición a la cátedra de Patología y Clínica Médicas de la Facultad de Medicina de Sevilla y en 1927 la Cátedra del mismo nombre en la Facultad de Medicina de Madrid. Durante el tiempo que residió en Sevilla comenzó a diseñar la obra de su vida: un centro donde asistencia, formación e investigación fueran inseparables. En 1934 creó el Instituto de Investigaciones Médicas. La Guerra Civil supuso un completo parón en el proyecto, quedando las instalaciones completamente destruidas. En 1940 el Dr. Jiménez Díaz volvió a Madrid e instaló su Instituto en la calle Granada. En 1953 se le otorgó el Edificio Rubio y, a partir de ese momento el centro que había ideado se llamó Clínica de Nuestra Señora de la Concepción a la que dotó de una estructura completamente nueva: instauró el sistema de residentes como formación de posgrado, creó servicios de especialidades y unidades de investigación. La producción científica de Jiménez Díaz fue enorme y, sin duda, fue uno de los médicos que más prestigio tuvo no sólo en la sociedad científica sino también en la sociedad civil del momento. En 1932 fue elegido académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina.


Marino Gómez-Santos (1930-2020) simultaneó periodismo con literatura. Su obra es prolífica y destacó como biógrafo de insignes personalidades españolas del siglo XX. Su libro "Memoria Cruel" es una autobiografía en la que fija “imágenes de personas, instantes, hechos, anécdotas”, que compone un reflejo de la época que le tocó vivir.
Dominio Público
No
Nombre Archivo
Tres científicos españoles

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